Las lecciones del mar de Aral.

En el número de junio de Investigación y Ciencia podemos leer el artículo "Comienza a recuperarse el mar de Aral"

El mar de Aral (en el mapa) se alimenta de los ríos Amu Daria y Syr Daria. Durante milenios, el curso del Amu se ha apartado del mar en numerosas ocasiones, recortando su extensión. Cuando el Amu reconquistaba su antiguo curso, el lago se recuperaba. En la actualidad, el riego intenso de cultivos como el algodón y el arroz extrae gran parte del agua de los dos ríos, con la mengua considerable del caudal que llega a sus deltas y, por tanto, al lago. La evaporación sobrepasa con mucho la aportación de la lluvia, la fusión de la nieve o el manto freático, lo que disminuye el volumen de agua e incrementa la salinidad.



La Unión Soviética ocultó durante decenios la desaparición del mar de Aral. Fue en 1985 cuando Mihaíl Gorbachov reveló la enorme tragedia ambiental y humana. A finales del decenio de los ochenta, el nivel del mar había descendido tanto, que el agua se había separado en dos masas: el Pequeño Aral (al norte) y el Gran Aral (al sur).

Los autores concluyen su artículo apuntando algunas de las lecciones aprendidas tras la experiencia del mar de Aral:

1.- El hombre arruina muy deprisa el ambiente natural. Su recuperación por contra, constituye un proceso largo y arduo.

2.- Evitar los problemas graves en el presente no es garantía para el futuro.

3.- Hay que ser precavido ante las soluciones rápidas para problemas ambientales y humanos complejos.

4.- El medio natural es asombrosamente adaptable. No deben abandonarse la esperanza ni los esfuerzos para salvarlos.

No deben abandonarse la esperanza ni los esfuerzos para salvar .... el planeta

Considero que esta es una importante lección que hay que transmitir: NO ESTÁ TODO PERDIDO.

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