24.11.07

El cólera en Valencia. Ferrán vs Cajal


En 1885 , la comunidad valenciana sufrió una epidemia de cólera histórica (ver Valencia y la epidemia de cólera de 1885, y Valencia queda sitiada por el cólera)

La epidemia de ese año produjo casi cinco mil muertes en Valencia (datos referidos a las epidemias de cólera del sigo XIX), casi todas ellas concentradas en la segunda quincena de junio y la primera de julio, en las que hubo días que fallecieron más de doscientas personas. Afectó también a otras trescientas cincuenta localidades valencianas, ocasionando cerca de treinta mil muertes.

En junio de 1884, la noticia de una primera víctima mortal de cólera en el puerto francés de Toulon provocó la alarma en Cataluña a causa de la proximidad geográfica de la infección. Poco después, al saberse que en Marsella se habían contabilitzado 3.500 victimas mortales al final del año, en Barcelona se adoptaron una serie de medidas preventivas. Estas medidas no consiguieron inmunizar completamente a la población, pero ayudaron a hacer frente al efecto de la enfermedad en la zona. Entre otras decisiones, se formó una comisión científica que se trasladó a Toulon y Marsella para estudiar la epidemia in situ. Uno de los médicos de la comisión fue Jaume Ferran i Clua, que desarrolló una vacuna preventiva utilizando una suspensión de bacterias responsables de la enfermedad vivas.

En 1885, ante la inminente amenza del cólera, el Gobernador de Valencia, aconsejado por las instituciones médicas solicitó la ayuda del doctor Ferrán que llegó a la ciudad el 4 de abril, instaló su laboratorio en Valencia, e inició la campaña de vacunación.

Sin embargo, la eficacia de la vacuna estaba por demostrar y no había pocos detractores de la vacuna de Ferrán, de hecho el tema desató una polémica a nivel nacional en foros científicos y políticos - "la cuestión Ferrán"-. Entre otros científicos y comisiones, también extrajeras, Santiago Ramón y Cajal elaboró un informe sobre el cólera y la eficacia de la vacuna de Ferrán a petición de la Diputación Provincial de Zaragoza (Estudios sobre el microbio vírgula del cólera y las inoculaciones profilácticas ), en este informe Santiago Ramón y Cajal, que entonces era catedrático de anatomía en la Universidad de Valencia, se mostró escéptico con el trabajo desarrollado por su colega.

En su laboratorio, Ramón y Cajal, reprodujo los trabajos experimentales de Ferrán y reafirmó la presencia del bacilo colérico en las heces de los enfermos. Después comprobó la vacuna y concluyó que la de gérmenes vivos (propuesta por Ferrán), producía no una enfermedad atenuada sino una enfermedad diferente (menos virulenta), originada por el bacilo al vivir fuera de su medio natural. Apuntó la posibilidad de que la inmunidad la produjera no el bacilo sino una sustancia que éste segregaría (poco se sabía sobre el funcionamiento del sistema inmunitario en aquel tiempo). Cajal proponía buscar la forma de fabricarla y utilizarla en vez de los bacilos vivos que eran muy peligrosos. La principal aportación de Ramón y Cajal en este estudio fue el demostrar la posibilidad de vacunar eficazmente empleando inoculaciones hipodérmicas de cultivos del vírgula muertos por el calor (una novedad en aquel momento); de esta forma, Cajal introducía por vez primera en la historia de la Medicina, el concepto de vacuna química al no emplear gérmenes vivos. Sin embargo, este hallazgo se le atribuiría a los bacteriólogos norteamericanos Salmon y Smith quienes la describieron un año más tarde, en 1886. Sobre sus hallazgos bacteriológicos comenta Cajal: «Excusado es decir que todas estas modestas contribuciones teórico-experimentales pasaron inadvertidas en los laboratorios de París y Berlín. Eran aquellos tiempos harto difíciles para los españoles aficionados a la investigación» . A su regreso a Valencia, en octubre de 1885, tentado estuvo Cajal de dedicarse a la bacteriología. Eran los años de los deslumbrantes logros en el conocimiento de las enfermedades infecciosas obtenidos por los microbiólogos franceses y alemanes dirigidos por Pasteur y Koch.(ver Contribución de Santiago Ramón y Cajal a la patología). A pesar de que dijo que la vacuna Ferrán era inócua y había que experimentarla más, Ramón y Cajal se mostró en contra de la misma, lo que dio a conocer en conferencias y publicaciones.

Las críticas realizadas al trabajo de Ferrán, sus enfrentamientos personales, los tejemanejes políticos, pero sobre todo su negativa a explicar el método de obtención de la vacuna, terminaron por animar al gobierno a prohibir la vacunación contra el cólera.

Pese a todo, años más tarde se reconocieron internacionalmente los méritos del doctor Ferrán en el estudio del cólera y en la elaboración de la primera vacuna anticolérica. Sin duda, Jaume Ferrán i Clua ha sido uno de los pilares de la microbiología de nuestro país, pero no hay que olvidar tampoco las aportaciones de Santiago Ramón y Cajal.

Los dos últimos brotes de cólera registrados en España se sitúan en 1971 y 1979. En la actualidad sólo se detectan casos importados aislados (fuente) pero sigue siendo un problema importante en el tercer mundo (fuente)

En una entrada anterior hicimos referencia al descubrimiento en 1854 del modo de propagación de la enfermedad y las primeras medidas profilácticas recomendadas por John Snow.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El artículo está bastante bien. Al principio no sabía si leerlo o si dejarlo pasar (parece muy largo) pero me lo he leido casi sin darme cuenta. Es muy interesante, ya que sobre Jaume Ferran i Clua no sabía prácticamente nada. En menos de 10 minutos me enterado de un montón de cosas.
Por cierto, no sabía que en la época de Ramón y Cajal y Ferran i Clua, se usaba la manipulación (párrafo 7).
No solo se aprende ciencia sino que tambien historia

Peixet de plata dijo...

Gràcies per la informació. Estic traduint un documental sobre el còlera i he buscat informació addicional sobre el tema. Sabia que Cajal hi havia treballat, però no en sabia res de Ferran Clua (per cert, a la ciutat on vist, Sant Cugat del Vallès, hi ha una escola pública que porta el seu nom.) Cordialment. Àfrica Rubiés Mirabet

Anónimo dijo...

Excelente artículo en el que se muestra la pugna intelectual entre dos de los mayores científicos españoles de la Historia, un premio Nobel y un nominado al premio Nobel en varias ocasiones (aunque nunca se lo otorgaron).