Investigadores de EEUU y Francia han presentado un experimento en el que han empleado tanto rotros femeninos como masculinos presentandolos en diferentes lugares de un monitor, y el resultado fue que según la situación de la cara en el monitor, una misma nos puede parecer hombre o mujer.
Los resultados llamaron la atención a los expertos, porque creían que el modo en el que el cerebro percibe un objeto no dependía de la posición que éste ocupara en relación con la retina. Sin embargo, los resultados han demostrado que el rumbo para interpretar el sexo de las caras es propio en cada persona, es decir, distintos en cada uno, pero fijos en cada individuo.
Esto ocurre porque cuando miramos algo, las neuronas de la corteza cerebral se agrupan en función de lo que estamos analizando, pero cuando lo que nos interesa únicamente aparece en una parte de la escena(como ocurre con los rostros), solo un grupo de neuronas se encarga de procesar lo que vemos.
Cuanto menor sea por tanto el estímulo visual menor cantidad de nueronas lo identificarán y es más posible que se produzca un error en el resultado de la identificación.
Me ha parecido una notícia muy curiosa e interesante, que nos puede resolver las dudas sobre por qué cuando vemos algo durante un tiempo muy limitado de tiempo, no somos capaces de distinguir con claridad lo que es.
Autora: Inés Toran 2n Batx Biologia Humana
1 comentario:
Por que nao:)
Publicar un comentario