Para sobrevivir a la insolación en ambientes áridos, las especies vegetales de nuestro litoral reducen la superficie foliar y presentan variaciones de la forma, disposición y persistencia de las hojas.
- El engrosamiento de las cutículas es una adaptación común para protegerese de la deshidratación, las cubiertas céreas, los pelos o la lignificación de hojas y tallos son comunes en especies adpatadas a condiciones áridas
- En algunos casos, presentan el haz curvado sobre el envés en mayor o menor medida, reduciendo así la exposición del envés y los estomas al viento y la luz (ejemplos Helianthemun o Frankenia). Un caso extremo son las hojas aciculares.
- En otras especies se opta por el engosamiento o incremento del volumen foliar (hojas crasas)
Fuentes: El Litoral Mediterráneao Español - F. LLobera y F. Valladares
- Otra adaptación posible es la disposición imbricada de unas hojas sobre otras y apoyadas sobre el tallo (hojas escuamiformes). Con esta disposición se protegen los estomas del envés de una hoja contra el haz de la otra (ejemplos Juniperus phoenica, Thymelea hirsuta o la Crucianella maritima).
- Una estrategia contra la deshidratación estival es la pérdida de las hojas en las épocas más áridas (ejemplos Lycium intricatum, Lavatera maritima, Witharnis frustescens, Asparagus albus, etc...)
- La reducción del riego de savia a las hojas es una estrategia para defenderse de los rigores de la transpiración estival, las hojas pierden turgencia y adquieren una aspecto marchito (ejemplo jaras y jarillas).
- Algunas especies son capaces de cerrar completamente sus estomas para evitar la transpiración.
- Una estrategia extrema es reducir al máximo las hojas, y ceder a los tallos las función clorofílica (ejemplos la Launaea sp., Smilax aspera, o el Asparagus stipularis).
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